“Durante dos años busqué un apartamento en París, tuve citas con una infinidad de agentes inmobiliarios llenos de promesas”, recuerda Jean-Pierre LAUNAY, un ejecutivo basado en Singapur. Para este expatriado su búsqueda de un pied-à-terre se convirtió en una batalla, hasta que se la encargó a Christine Pelosse, agente de ventas y co-fundadora de la agencia Homelike Home, cuyos beneficios doblan cada año.

Gracias al sitio internet y a las fotografías en línea, Jean-Pierre pudo seguir la evolución del proceso de búsqueda. Un mes después de su cita inicial, Christine Pelosse, quien dejó su carrera de publicitaria cuatro años antes, encontró un bien que correspondía a su presupuesto. Ella misma firmó el compromiso de venta en la ausencia de Jean-Pierre, con un poder notarial. Es Christine quien se encargará de supervisar la renovación y la decoración de interior, con un suplemento de honorarios. Una profesión nacida en los Estados Unidos que empieza a propagarse rápidamente en Francia.
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