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Una clientela formada en su mayoría de franceses expatriados, extranjeros y parisinos agobiados.

El tiempo es dinero, y los anglosajones lo saben. Durante los últimos 15 años, han llamado a los agentes de compras para encontrar el apartamento de sus sueños y la profesión esta en plena expansión. Los pioneros empezaron a aparecer en el año 2000, y la mayoría de estos 150 agentes tiene menos de 2 años. Reunidos en la Federación francesa de cazadores inmobiliarios y en la Federación nacional de cazadores inmobiliarios, ambas adhieren a una regla de oro: no mezclar los roles entre los vendedores y los agentes de compra. Los miembros de ambas federaciones no pueden vender propiedades ni dirigir agencias inmobiliarias.

El objetivo: evitar el conflicto de intereses.

Christine Pelosse, de la agencia Homelike Home, así como las agencias de compra, llenan las necesidades de una clientela compuesta en su mayoría de franceses viviendo fuera de París, extranjeros que buscan un pied-à-terre y parisinos agobiados. Juntos, determinan criterios específicos, después visitan los bienes y proporcionan retroalimentación neutral.

Los reportes se mandan automáticamente a nuestros clientes, y les llamamos si la propiedad corresponde al 95% de los criterios. Les pedimos que sean muy reactivos, dado el mercado. También es común que nuestros clientes hagan una oferta a distancia. Después, proponemos servicios tales que las inscripciones de los hijos en las escuelas, organizamos las obras de reforma, de renovación y de decoración de interiores.” continúa Christine.

Las comisiones se pagan una vez las transacciones finalizadas. Varían entre el 2% y el 7% del precio de la propiedad y en función de la existencia de otros intermediarios.

Las agencias inmobiliarias prefieren trabajar con los agentes de compra, quienes les traen un cliente que concuerda perfectamente con la propiedad. Los agentes de compra aseguran un ahorro de tiempo, aunque los bienes no sean una ganga.

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